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Redacción. Madrid
Septiembre marca el inicio de un nuevo curso y es el momento de cambiar los horarios y las costumbres adoptadas durante las vacaciones. Nadie, ni mayores ni pequeños, quiere volver a los quehaceres diarios. “Nos espera mucho trabajo, tensiones, problemas, rutinas, es decir, una agenda llena de obligaciones”, explica la psicóloga infantil Silvia Álava. “Los niños, al incorporarse al colegio, también tienen que cambiar sus horarios y sus hábitos de vacaciones para acomodarlos al ritmo escolar”, añade.
Los más pequeños de la casa, tanto si tienen TDAH como si no, necesitan cierto periodo de adaptación para poder retomar su rutina habitual, al igual que para desacelerar su ritmo vacacional. Los padres deben poner todo de su parte y hacer lo posible para que la vuelta al colegio sea lo más fácil posible y no se convierta en una experiencia dramática.
Álava recomienda seguir los siguientes consejos:
- Se debe hacer hincapié en lo positivo de volver a empezar el colegio. Ver de nuevo a los amigos, para disfrutar y jugar con ellos, o apuntarse a nuevas clases extraescolares que les motiven, pueden convertirse en incentivos muy buenos.
- Si nuestro hijo se empeña en no querer ir a clase y solamente desea seguir de vacaciones, los padres deben decirles que a ellos también les encantaría seguir descansando y disfrutando, junto a ellos. Pero, además, se les debe inculcar que las obligaciones están para cumplirlas y que la vuelta al trabajo y al colegio puede traer experiencias muy provechosas.
- Si no se consigue hacerles cambiar de opinión y postura, lo más eficaz será desviar la atención del pequeño hacia las experiencias positivas, por ejemplo, preguntándoles a qué han jugado en el patio del recreo o si tienen algún compañero de clase o amigo nuevo.
- Nunca hay que olvidar que los propios padres son el claro espejo de lo que serán sus hijos en un futuro, por lo que es totalmente necesario mostrarse como un buen modelo a seguir. En este caso, los padres no deben adoptar una postura negativa ante la vuelta a la rutina. Si ellos son positivos, ayudarán a que sus pequeños también lo sean.
- Días antes de volver a empezar, conviene ir ajustando los horarios a los que van a tener que hacer frente en la escuela. Son muy importantes las horas de irse a dormir, levantarse y comer, para que los niños se adapten lo antes posible a la nueva rutina y no sufran cambios muy bruscos. También se deberán establecer tiempos máximos para desayunar y comer, tal y como se hace durante el horario escolar.
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