Redacción. Madrid
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) se caracteriza por falta de atención, hiperactividad motora, impulsividad o una combinación de todas. La P300 es una prueba neurofisiológica no invasiva que ha mostrado su eficacia para detectar diferencias entre sujetos con TDAH, pero los resultados todavía no son concluyentes.
Un estudio publicado en Revista de Neurología y desarrollado por Angélica M. Soria-Claros, Isabel Serrano, Anahi Serra, Miriam Félix, Javier Quintero y Tomás Ortiz, especialistas del Departamento de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid y del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid, ha evaluado el procesamiento cerebral de la información mediante el componente P300, en modalidad auditiva, visual y táctil, en niños con TDAH.
Los investigadores registraron los componentes P300 auditivo, visual y táctil a 17 niños con TDAH (diez combinados y siete inatentos) y a 15 niños control de edades comprendidas entre siete y diez años de ambos sexos. En los tiempos de reacción de respuesta, se halló una tendencia más acentuada en el tiempo auditivo y visual, pero no estadísticamente significativo en ninguna de las tres respuestas. El porcentaje de errores se incrementaba en los niños con TDAH respecto al grupo control.
Los niños con TDAH presentaban un aumento significativo de la latencia de la onda P300 visual, mientras que existía una disminución no significativa en la P300 táctil y auditiva. Se encontró un aumento de las áreas corticales en el componente P300 en los niños con TDAH durante la prueba visual y auditiva, pero no en la táctil.
Los resultados apoyan la hipótesis de la existencia de aumento de áreas cerebrales funcionales durante el procesamiento sensorial auditivo y visual en el grupo con TDAH, excepto durante la estimulación táctil, en que sucede lo contrario. |