Sandra Melgarejo. Sevilla
Aunque el TDAH es uno de los trastornos con más carga genética, ya que tiene un componente hereditario superior al 75 por ciento, en él también influyen factores ambientales. El Dr. Manuel Fernández, neuropediatra del Instituto Andaluz de Neurología Pediátrica, ha explicado durante el IV Taller de expertos del Plan de Acción en TDAH (Pandah), celebrado recientemente en Sevilla, que el trastorno por déficit de atención e hiperactividad es “una combinación de genes y ambiente”.
Con respecto a la parte genética, el especialista ha detallado que el TDAH es hasta cinco veces más frecuente en familiares de primer grado; que el riesgo de TDAH en los hijos de padres con TDAH alcanza el 50 por ciento; y que hay mayor prevalencia de comorbilidad psiquiátrica en las familias que tienen miembros con TDAH.
“Los estudios de asociación genética realizados en gemelos, familias y pacientes adoptados han sido fundamentales para comprender mejor los factores genéticos asociados al TDAH”, ha comentado Fernández. En este sentido, los hermanos no biológicos tienen menos riesgo de presentar el trastorno que los hermanos biológicos de un niño con TDAH.
Estudios de ligamiento genético (un método que permite establecer la relación de una condición genética entre distintos miembros de una familia) revelan que el riesgo de padecer TDAH entre los padres y los hermanos biológicos de un niño afectado está incrementado de dos a ocho veces.
Asimismo, los estudios en gemelos han demostrado una heredabilidad del 77 por ciento, siendo más frecuente el TDAH en gemelos idénticos que en gemelos dicigóticos (mellizos). “Los estudios de familias, gemelos y niños adoptados demuestran que el TDAH se transmite en las familias de forma genética, por eso en la consulta se insiste tanto en saber si los padres u otros familiares presentan la misma sintomatología que el niño”, ha destacado el neuropediatra.
Igualmente, Manuel Fernández ha señalado que se investiga mucho la parte ambiental del trastorno y que se sabe que factores prenatales como el consumo de alcohol y tabaco durante el embarazo duplican el riesgo de TDAH; los factores perinatales como el bajo peso al nacer y la prematuridad triplican el riesgo; y factores postnatales como la carencia afectiva o los traumatismos craneales también influyen.
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