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Edición nº37 | Jueves, 18 de febrero de 2016  |  Hemeroteca
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lOS PACIENTES IMPORTAn
UNA DE LAS CLAVES ES QUE LOS PADRES DEN EJEMPLO A TRAVÉS DE SUS ACTOS
La gratificante (y agotadora) tarea de educar a un hijo con TDAH
Comprender las causas de su comportamiento contribuye a empatizar con él y premiar sus virtudes

Sandra Melgarejo. Madrid
“Educar a los hijos es muy complejo y, si tienen TDAH, un poquito más”. La psicóloga Natalia García, responsable del Departamento de Psicología del Niño y del Adolescente en Psikids, considera que el objetivo inicial para abordar el trastorno en el seno de la familia es que los padres “aprendan a manejar las dificultades del TDAH, ya que comprender a los hijos produce un cambio de actitud”. “Los padres sois los adultos y quienes tenéis que tomar las riendas de la situación. No es fácil, pero merece la pena. Es una labor gratificante, aunque agotadora, porque cada día es un reto”, ha afirmado García, quien ha participado en la 13ª Jornada sobre Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad de la Fundación Educación Activa, celebrada recientemente en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid.

La psicoeducación de los padres produce un cambio muy positivo en la relación con sus hijos. Primero, porque “comprender los motivos de su comportamiento permite empatizar con ellos”, ha señalado la especialista. Las características neurobiológicas del TDAH motivan que estos niños necesiten un feedback constante, buscando, sobre todo, “el reconocimiento y el afecto de sus padres”. Por eso, “creer en ellos, premiar los logros cotidianos y potenciar sus virtudes mejora notablemente su autoestima”, ha afirmado García.

En este sentido, la psicóloga ha recomendado “usar incentivos antes que castigos, porque está comprobado que los castigos no suelen ser efectivos para cambiar actitudes, y procurar ser coherentes y consistentes, porque estos niños necesitan un camino muy definido”.

La mejor forma de comunicarse con un niño con TDAH, según García, es “utilizar un lenguaje positivo, evitando el ‘no’ y el ‘nunca’; plantearles tareas sencillas y concretas; y verbalizar lo percibido como positivo”. “Son niños maravillosos, imaginativos, creativos y nobles”, ha recordado.

La importancia de dar ejemplo

“Es mejor actuar que hablar, es decir, hay que dar ejemplo”, ha subrayado la psicóloga. En la misma línea, el neuropsicólogo infantil José Ramón Gamo, director técnico de la Fundación Educación Activa, ha aconsejado a los padres “trabajar en casa para dar referencias y modelos, y evitar gritos y amenazas”. “El compromiso de los padres es fundamental porque tienen que ser ellos quienes aprendan para afrontar el día a día”, ha reiterado.

Gamo ha comentado que, más allá del ámbito familiar, los niños con TDAH “tienen perfil de líderes, pero carecen de habilidades sociales para liderar”. Debido a esto, ha explicado, “chocan” con sus compañeros y amigos, algo que se complica en las etapas preadolescente y adolescente porque el resto ya tiene “pensamiento crítico”. Además, el sentimiento de injusticia es una de las emociones que más les cuesta regular, lo que, en ocasiones, hace que tengan una “conducta explosiva”.

 

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