Sandra Melgarejo. Bilbao
“Las personas con TDAH tienen características positivas importantes para ellas mismas, para sus familias y para la sociedad en general”, ha afirmado el Dr. Joaquín Fuentes, del servicio de Psiquiatría Infantil y Adolescente de la Policlínica Gipuzkoa, durante el III Taller de Comunicación en TDAH, celebrado en Bilbao y enmarcado en el Plan de Acción en TDAH (Pandah). Según este especialista, son personas vitales, enérgicas, decididas, rápidas, generosas, creativas, improvisadoras, sociables, cariñosas, juguetonas y divertidas.
El Dr. Joaquín Fuentes.
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No obstante, ha recordado que se trata de un trastorno ya que los síntomas (desatención, hiperactividad e impulsividad) tienen un impacto negativo en el ámbito educativo, en la vida familiar, en las relaciones interpersonales, en las actividades sociales y en la salud durante la infancia y la juventud. “El TDAH lleva aparejada una penalización vital que causa sufrimiento a los afectados”, ha indicado Fuentes. En la infancia y en la adolescencia esta “penalización vital” está relacionada con la comorbilidad, el fracaso escolar, las relaciones con los amigos, el estrés familiar y una menor capacitación; mientras que en la vida adulta, tiene que ver con la comorbilidad, dificultades legales, uso y abuso de drogas, accidentes de tráfico y conflicto familiar.
Para el psiquiatra, que el TDAH sea considerado un trastorno del neurodesarrollo en lugar de un problema de la conducta “es de gran justicia para los afectados, ya que dejan de ser etiquetados como malos y se empiezan a tratar los déficits de las funciones ejecutivas asociados al trastorno”. Así, el tratamiento de la persona con TDAH se basa en entrenar su capacidad para inhibir respuestas y frenar la impulsividad; planificar; desarrollar la memoria de trabajo; desarrollar la atención y la flexibilidad mental; y aceptar el retraso de la gratificación.
“Hay que dejar de culparles de los síntomas, de decirles que tienen que esforzarse más y de hacerles repetir curso”, ha aconsejado Fuentes. “Repetir curso no vale para nada y tiene un impacto negativo, es un auténtico desbarajuste”, ha subrayado el psiquiatra, quien espera que sobre esto “impere el sentido común algún día”. Fuentes ha insistido en la importancia de personalizar cada caso, ya que “no hay dos TDAH iguales”. “Necesitamos todos los tipos de cerebros y todos los tipos de personas”.
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