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Edición nº29 | Jueves, 28 de mayo de 2015  |  Hemeroteca
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EN EL COLEGIO
CLAVES PARA EVITAR LA FRUSTRACIÓN  DE LOS ALUMNOS CON TDAH
Llegan las notas: mejor acompañadas de comentarios constructivos
Los estudiantes con dificultades de aprendizaje realizan un gran esfuerzo que debe ser recompensado

Sandra Melgarejo. Madrid
El curso escolar está a punto de acabarse. Los alumnos con TDAH hacen un esfuerzo extra para conseguir obtener buenos resultados, pero, en ocasiones, su empeño no se ve lo suficientemente recompensado. ¿Cómo pueden los profesores y los padres ayudar al estudiante con TDAH a gestionar su frustración cuando reciba las notas?

Llegan las notas: mejor acompañarlas de comentarios constructivos

Ángel Terrón y Alberto Jiménez, psicólogos de Educ-at (una entidad psicoeducativa que tiene como objeto social la prestación de servicios a alumnos con dificultades en sus estudios, problemas de conducta e integración), señalan que, teniendo en cuenta el gran esfuerzo que realiza la mayor parte de las familias con niños o adolescentes con TDAH, “el hecho de comunicar resultados académicos es un tema sensible”. “Partiendo de la base de que estos chicos pueden, y deben, tener un desarrollo totalmente normal, el profesor tiene que comunicar las notas siempre desde un punto de vista constructivo, estableciendo áreas de mejora e incidiendo en aquellos aspectos donde se ve un progreso”, aconsejan.

Terrón y Jiménez advierten de que los resultados finales pueden frustrar a los alumnos con TDAH: “Debemos entender que la frustración es una respuesta emocional que se ocasiona cuando existe un obstáculo que nos impide alcanzar un objetivo o cuando hemos generado una expectativa ante un acontecimiento que finalmente no se cumple. Como a cualquier persona, esforzarte para conseguir unos objetivos y que estos finalmente no se puedan alcanzar, genera esta reacción emocional y, a la vez, sentimientos de incapacidad, pudiendo llegar a indefensión aprendida (‘ya no puedo hacer nada por mejorar’ o ‘no sé qué más hacer para conseguirlo’)”, detallan. Sin embargo, el impacto que la frustración pueda generar va a depender de las variables de personalidad y del manejo emocional que tenga cada persona. Según los psicólogos, “los chicos con TDAH suelen presentar dificultades para manejar las emociones y, sobre todo, la frustración. Por ello, van a tender a responder con una ira desproporcionada que, unida a la baja autoestima, puede conllevar un estado anímico bajo”.

Ahora bien, ¿cómo pueden los padres y profesores evitar el sentimiento de frustración del niño? Desde Educ-at indican que las observaciones asociadas a las notas juegan un papel fundamental a la hora de evitar o minimizar sentimientos de frustración. “Desde el ámbito educativo, los profesionales se tienen que dar cuenta de la importancia que tiene la motivación y el refuerzo para estos chicos. Y es que,  en muchas ocasiones, un comentario positivo tiene más valor que la propia puntuación. Para ellos es importante tener profesores de referencia y sentir que, a pesar de dificultades, son totalmente capaces de tener un desarrollo totalmente normal, como el resto de sus compañeros”, comentan.

Por parte de los padres, Jiménez y Terrón destacan que también es necesaria una buena comunicación con sus hijos: “Deben ayudarles a que expresen sus sentimientos y enfocarles en la búsqueda de soluciones o de aspectos positivos, ya que es posible que entren en una espiral negativa en la que les sea complicado encontrar puntos positivos o de refuerzo. Además, los adolescentes, fruto del periodo en el que se encuentran y en el que necesitan proyectar una imagen de invulnerabilidad, pueden verbalizar frases como ‘me da igual’ o ‘yo ya paso’ que no se corresponden con la realidad, encontrándose de fondo una baja autoestima sobre la que se debe trabajar”.

Premios y deberes en verano

Una duda que pueden tener los padres es si deben recompensar el esfuerzo de sus hijos aunque los resultados no hayan sido del todo buenos. “Desgraciadamente, depende del nivel o el curso en el que se encuentren. A veces es posible y otras veces no tanto”, matizan los psicólogos. No obstante, a nivel general, consideran que “el hecho de comprobar cómo ese esfuerzo existe y recompensarlo es fundamental”. “No entendemos que sea más importante ser brillante en una asignatura que desarrollar un hábito de esfuerzo y capacidad de trabajo, que, posteriormente, prima en la vida adulta a la hora de desempeñar cualquier profesión. Por eso, destinar unos puntos al esfuerzo puede resultar clave para la motivación, motor fundamental de estos chicos”, recomiendan.

Por último, las familias se preguntarán si es recomendable que los niños con TDAH estudien en verano. “Es cierto que, al igual que toda persona necesita su periodo de descanso en verano, estos chicos quizás precisen de un tiempo mayor debido al alto grado de esfuerzo desempeñado durante el curso escolar. Esto no quita que las vacaciones sean un buen momento para trabajar alguna áreas a las que durante el curso, y debido a la presión académica, no se puede dedicar el tiempo necesario, como comprensión de textos, resolución de problemas, expresión oral y escrita, etc. No obstante, es necesario un mes entero de desconexión total”, opinan Terrón y Jiménez.

 

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