Sandra Melgarejo. Santiago de Compostela
Es habitual que quien tiene TDAH no esté nunca solo: suele haber más miembros de la familia con este trastorno. Así lo ha explicado Elvira Ferrer, médico de familia y vicepresidenta de la Asociación de Niños con Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad de A Coruña (ANHIDACORUÑA), durante el V Taller de expertos en TDAH del Proyecto PANDAH, celebrado recientemente en Santiago de Compostela.
Y es que, aunque no hay una única causa, la predisposición genética juega un papel fundamental en el TDAH ya que, según los estudios, este trastorno tiene un componente hereditario de entre el 50 y el 75 por ciento, tal y como ha detallado Esther Cardo, neuropediatra del Hospital Son Llátzer de Palma de Mallorca.
Cardo ha explicado que los estudios familiares, gemelares y de genética molecular revelan que los hijos de padres con TDAH tienen un 50 por ciento de probabilidad de presentar también el trastorno. Además, los gemelos monocigóticos o idénticos tienen entre 11 y 18 veces más la probabilidad de presentar TDAH que el hermano no gemelo.
Asimismo, se sabe que el índice de heredabilidad del TDAH alcanza el 0,79 por ciento y se han descrito algunos genes involucrados en el trastorno, como los genes receptores y transportadores de dopamina.
Los otros factores que influyen en el desarrollo del TDAH son neurofisiológicos (alteraciones neurobioquímicas), neuroanatómicos (alteraciones cerebrales) y ambientales, como la prematuridad y el bajo peso al nacer o el consumo de tabaco, alcohol y otras drogas durante el embarazo.
José Ángel Alda, jefe de la Sección de Psiquiatría Infantil del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, ha matizado que lo que se hereda es el riesgo a tener TDAH, no el trastorno en sí, y Elvira Ferrer ha comentado que “contra la genética no se puede luchar, pero hay soluciones y se puede cambiar el pronóstico”.
En este sentido, Alda ha recordado que “el diagnóstico y tratamiento precoz mejoran la evolución y evitan la cronificación del trastorno. En el 70 por ciento de los niños diagnosticados con TDAH persisten los síntomas en la adolescencia y en un 40 por ciento continúan en la edad adulta”.
|