Redacción. Madrid
Los niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) tienen más probabilidades de padecer otros trastornos psiquiátricos en la edad adulta, además de ser más propensos al suicidio, aunque en un porcentaje bajo, según un estudio publicado en la revista Pediatrics. La investigación señala también que el TDAH no desaparece en la edad adulta.
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“Sólo el 37,5 por ciento de los niños que contactamos en la edad adulta se libraban de estos resultados realmente preocupantes”, afirma William Barbaresi, del Hospital de Niños de Boston (Estados Unidos) e investigador principal del estudio. A su juicio, es una estadística “preocupante” que habla de la necesidad de mejorar en gran medida el tratamiento a largo plazo de los niños con TDAH y proporcionar un mecanismo para tratarlos como adultos. “Este fue un estudio basado en población única de un gran grupo de personas con TDAH seguido desde la infancia a la edad adulta”, indica Slavica Katusic, principal investigador del estudio en la Clínica Mayo.
El estudio hizo un seguimiento de todos los niños de Rochester (Minnesota, Estados Unidos) que nacieron entre 1976 y 1982, y que aún estaban en Rochester a los cinco años y cuyas familias permitieron el acceso a sus registros médicos. Así, participaron 5.718 niños, de los cuales 367 fueron diagnosticados con TDAH. De ellos, 232 fueron incluidos en el estudio de seguimiento y tres cuartas partes recibieron tratamiento para el TDAH en su infancia.
Los investigadores encontraron que el 29 por ciento de los niños con TDAH todavía tenía el trastorno en la edad adulta, 57 por ciento de los niños con la patología padecieron al menos un trastorno psiquiátrico como adultos, en comparación con 35 por ciento de los controles. Los más comunes son el abuso/dependencia de sustancias, trastorno de personalidad antisocial, episodios hipomaníacos, ansiedad generalizada y depresión mayor.
De los niños que aún tenían TDAH en la edad adulta, el 81 por ciento poseía al menos un trastorno psiquiátrico, en comparación con el 47 por ciento de los que ya no tenían TDAH y el 35 por ciento de los controles. Siete de los 367 niños con TDAH (1,9 por ciento) habían fallecido en el momento de la contratación del estudio, tres de ellos por suicidio, mientras de los 4.946 niños sin TDAH cuyos resultados se pudieron determinar, sólo 37 niños habían muerto, cinco por suicidio.
Diez niños con TDAH (2,7 por ciento) fueron encarcelados en el momento de la contratación para el estudio. “Sufrimos de la idea errónea de que el TDAH es un trastorno de la infancia molesto. Esto no podría estar más lejos de la verdad. Necesitamos tener un enfoque crónico con el TDAH como lo hacemos para la diabetes. El sistema de atención tiene que ser diseñado para el largo plazo”, afirma Barbaresi.
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