Redacción. Madrid
Una de las preocupaciones sobre los tratamientos farmacológicos aplicados a niños reside en saber si pueden afectar a su cerebro, todavía en etapa de desarrollo. La profesora de Neurociencia Cognitiva en el Departamento de Psiquiatría Infantil y Adolescente del King’s College de Londres (Reino Unido) Katya Rubia ha afirmado que no se conocen efectos negativos.
“Los estudios señalan que los niños que están medicados tienen un cerebro más normal que los niños no medicados. No se pueden hacer estudios fiables pero parece ser que los niños que toman medicación tienen un cerebro más normal”, ha explicado durante su intervención en el 16º Congreso Internacional de la Sociedad Europea de Psiquiatría Infantil y Adolescente (Escap), que se ha celebrado recientemente en Madrid.
“Nos hemos encontrado con estudios de PAT (una técnica que mira los niveles de dopamina) que revelan que la medicación a largo plazo eleva el número de transportadores de dopamina, eso significa que el cerebro se adapta. En cualquier caso, no hay estudios longitudinales”, ha añadido.
Rubia ha presentado un reciente estudio sobre anomalías estructurales, funcionales y bioquímicas del cerebro en pacientes con TDAH. En sus trabajos utiliza técnicas de imagen por resonancia magnética. “La resonancia magnética es el método que nos aporta datos más importantes de anomalías a nivel de la corteza, pero también subcorticales que son muy importantes en la Psiquiatría porque todas las enfermedades psiquiátricas tienen problemas con áreas corticales”, ha detallado.
Sobre la eficacia de estos estudios ha afirmado que, en el futuro, puede haber la posibilidad de utilizar neuroterapias: “Ahora sabemos cuáles son las regiones anómalas y podríamos hacer algo para modificarlas”. |