Sandra Melgarejo. Madrid
En opinión de Carmen Engerman, “las asociaciones son la parada obligatoria” para las familias que se enfrentan a un diagnóstico de trastorno por déficit de atención e hiperactividad. La presidenta de la asociación de afectados por el TDAH APDE Sierra, de Madrid, ha afirmado durante las jornadas sobre el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad de la Universidad Francisco de Vitoria que “lo que no hacen los padres no lo hace nadie”.
Carmen Engerman.
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Engerman ha afirmado que los protocolos de actuación son “fundamentales” y ha lamentado que la Comunidad de Madrid no tenga uno, lo que hace que “el TDAH parezca una película sin guión”. “No puede ser que no se dedique ni una hora de la carrera de Magisterio al TDAH. Tenemos que ser capaces de ver más allá y de coordinar a familias, profesores y médicos”.
La presidenta de APDE Sierra ha recordado la elevada carga económica que supone el TDAH para las familias, no solo por “la dificultad de acceso al tratamiento multimodal y por el elevado precio del tratamiento farmacológico”, sino también por la necesidad de contar con el apoyo de profesores particulares, de apuntar a los niños a actividades extraescolares, de hacer frente a gastos imprevistos (los niños con TDAH son despistados y pierden las cosas) y, en ocasiones, por la reducción de la jornada laboral de alguno de los padres para atender mejor a sus hijos.
Además, Engerman ha identificado algunos de los falsos mitos relacionados con el TDAH para tratar de acabar con ellos. Así, ha comentado que “no todos los niños movidos o con problemas de aprendizaje tienen TDAH”, de igual manera que “no todos tienen necesidades educativas especiales”. La presidenta de APDE Sierra ha recalcado que “los padres no tienen la culpa”, aunque ha matizado que la sí la tienen “cuando niegan la evidencia o cuestionan el tratamiento farmacológico prescrito por un especialista”.
Por último, ha recomendado evitar poner a los niños con TDAH etiquetas como “malo, vago, tonto o pesado”. “El sistema educativo no es el adecuado. Hay profesores que nos cambian la vida, pero otros nos la amargan. Los profesores tienen la responsabilidad de motivar y educar”.
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