Sandra Melgarejo / Imagen: Miguel Fernández de Vega
Detección, atención a los afectados, cambios en las políticas públicas, formación y sensibilización social. Solo con estas cinco propuestas estratégicas, planteadas por un grupo multidisciplinar de más de 200 especialistas dentro del Plan de Acción en TDAH Pandah, se puede mejorar el abordaje de este trastorno en nuestro país.
Javier Quintero y César Soutullo.
|
Dado que uno de los principales problemas es el retraso en el diagnóstico, la primera medida es establecer protocolos de cribado en colegios, Pediatría de Primaria y población adolescente con conductas de riesgo. “La detección ha mejorado, pero es tardía, lo que hace que aumenten los trastornos comórbidos y empeoren las relaciones familiares y sociales. Un circuito asistencial consensuado favorecerá que el diagnóstico sea lo más temprano posible, incluso en etapas preescolares”, ha destacado César Soutullo, director de la Unidad de Psiquiatría Infantil y Adolescente de la Clínica Universidad de Navarra y coordinador del proyecto Pandah.
Una vez detectado el trastorno, los afectados requieren atención durante todas las fases de la vida, ya que, como ha recordado Javier Quintero, jefe de Psiquiatría Infantil del Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid, “en la mitad de los casos el TDAH perdura en la adolescencia y entre el dos y el tres por ciento de los adultos tienen este trastorno”. Así, los especialistas proponen protocolos nacionales consensuados entre Educación, Sanidad y Servicios Sociales para garantizar una atención adaptada a las necesidades individuales de cada etapa de la vida y mejorar la transición a la adultez.
Fulgencio Madrid y Marisa Mariana.
|
En este sentido, el grupo multidisciplinar también apuesta por incluir este trastorno en los diversos sectores de actuación pública (principalmente, Educación, Sanidad, Justicia y Política Social), fomentando un marco legislativo y ejecutivo coordinado. Según los especialistas, “la inversión en políticas públicas no solo redundaría en beneficios vitales para los afectados de TDAH y sus familiares, sino también en el conjunto de la sociedad, pues reduciría el impacto económico sobre la red de servicios públicos”. En concreto, Fulgencio Madrid, presidente de la Federación Española de Asociaciones de Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad (Feaadah), ha detallado que “el gasto sanitario oscila entre los 715 y los 2.130 euros por afectado al año, a lo que hay que sumar el gasto de las familias en fármacos, apoyo extraescolar y psicoterapia, y gastos indirectos relacionados con la disminución de productividad, el fracaso escolar y las infracciones penales”.
Formación y sensibilización social
Otra de las acciones a desarrollar es la formación de los profesionales, sobre todo sanitarios y educadores, que están relacionados con este trastorno y que, según los especialistas, “no están recibiendo una formación específica en TDAH en la mayoría de los casos”. “Es muy importante que quienes están en contacto con los niños sean capaces de detectar el trastorno, porque con una intervención adecuada y multimodal el niño con TDAH puede llegar a donde se proponga”, ha afirmado Marisa Mariana, presidenta de la Asociación Madrileña de Orientación y Educación.
La última línea estratégica, pero no por ello menos importante, es la de la sensibilización social, que requiere información veraz sobre el TDAH, ya que los niveles de estigmatización siguen siendo altos. “Si la Medicina avanza hacia la precisión, el Periodismo tiene que ir en la misma línea. Para mejorar la concienciación es necesario que las informaciones sean rigurosas y que se basen en fuentes contrastadas científicamente”, ha indicado Alipio Gutiérrez, presidente de la ANIS (Asociación Nacional de Informadores de la Salud).
Marisa Mariana, presidenta de la Asociación Madrileña de Orientación y Educación; César Soutullo, director de la Unidad de Psiquiatría Infantil y Adolescente de la Clínica Universidad de Navarra; Alipio Gutiérrez, presidente de ANIS; Javier Quintero, jefe de Psiquiatría Infantil del Hospital Universitario Infanta Leonor; y Fulgencio Madrid, presidente de Feaadah.
|
|