¿Quiere recibir Comunidad TDAH en su correo de forma gratuita?
Edición nº30 | Jueves, 25 de junio de 2015  |  Hemeroteca
«Volver
EN EL COLEGIO
SI NO SE TRATAN PROVOCAN DESIGUALDADES
Tener trastornos del aprendizaje de niño juega en contra de las oportunidades laborales de adulto
Uno de cada cuatro menores tiene alguno y los más comunes son la dislexia, el TDAH y la discalculia

Redacción. Barcelona
Los trastornos del aprendizaje están directamente relacionados con el fracaso escolar o con el abandono escolar precoz. Algunas de las consecuencias de no abordar correctamente estos trastornos podrían ser la limitación de la igualdad de oportunidades sociolaborales, problemas en el desarrollo personal de los niños, problemas de salud o precariedad económica en la vida adulta.

 Tener trastornos del aprendizaje de niño juega en contra de las oportunidades laborales de adulto

Así se ha afirmado en las primeras Jornadas Moisès Broggi de Atención Centrada en la Persona sobre ‘Trastornos del Aprendizaje y fracaso escolar’, organizadas por la Fundación Letamendi-Forns con la colaboración de la Unidad de Trastornos del Aprendizaje Escolar (UTAE) del Hospital de Sant Joan de Déu de Barcelona.

No obstante, Vicente Morales, pediatra y responsable del Equipo Territorial de Pediatría Alt Penedès-Garraf del Instituto Catalán de la Salud (ICS), ha explicado que “los trastornos del aprendizaje no son una sentencia hacia un futuro fracaso; con una detección precoz, un aprendizaje adaptado y un buen apoyo socio-familiar, los niños pueden mejorar su rendimiento académico y acceder a una formación postobligatoria y, en muchos casos, también universitaria”.

De hecho, un trastorno del aprendizaje no equivale a imposibilidad para aprender. Aunque estos niños tienen dificultades específicas para adaptarse a un sistema estándar de enseñanza, su dificultad no deriva de una falta de inteligencia.

Afectan a hasta el 15 por ciento de los escolares

Los trastornos del aprendizaje son alteraciones del desarrollo neurológico que condicionan que un niño con una inteligencia normal tenga dificultad en uno o más aprendizajes. Afectan a entre un 10 y un 15 por ciento de la población en edad escolar, y tienen un componente genético en el que pueden confluir otras patologías adquiridas, según ha explicado Anna Sans, neuropediatra del Servicio de Neurología del Hospital Sant Joan de Déu y coordinadora de la UTAE.

Los más frecuentes son la dislexia o trastorno específico de la lectura, que condiciona un aprendizaje dificultoso de la lectura con baja velocidad, falta de automatización del proceso lector y falta del dominio de la ortografía que suele persistir hasta la vida adulta; el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), la discalculia y los Trastornos Específicos del Lenguaje (TEL).

Estos niños tienen que esforzarse mucho más que sus compañeros y el resultado que obtienen pocas veces lo refleja. No es infrecuente que docentes y padres piensen que no se esfuerza”, ha remarcado Sans. “Sin una detección, reeducación y especialmente adaptaciones escolares que les permitan ir progresando en los conocimientos a pesar de las dificultades, el riesgo de fracaso escolar es elevado, especialmente en entornos socioculturales desfavorecidos. La baja autoestima y los síntomas depresivos y de ansiedad no son excepcionales en estos alumnos”, ha añadido.

Tan importante como la detección es la posterior adaptación pedagógica. Según ha afirmado Rosa Gil, del Equipo de Asesoramiento y Orientación Psicopedagógica (EAP) de Terrassa, Instituto de Ciencias de la Educación (ICE)-UAB, “estos niños necesitan un acompañamiento más especializado que les permita ir progresando y evitar que aumente la ansiedad. Las características de las prácticas escolares influencian tanto la motivación, el interés y el compromiso del alumnado por estos aprendizajes, como la forma en que los niños viven la escuela y las actividades escolares”.

Hacen falta protocolos y políticas públicas

Los trastornos del aprendizaje y el abandono escolar precoz son problemas complejos, y requieren unos enfoques pluridisciplinares y una actitud receptiva por parte de todos los profesionales implicados. Para Francesc Borrell, miembro de la Fundación Letamendi-Fons y coordinador de las jornadas, “debe percibirse el fracaso escolar y el abandono escolar precoz que se deriva de los trastornos del aprendizaje como un reto global de la sociedad y no como un problema exclusivo de la persona afectada”.

Los participantes en la jornada han destacado la inexistencia de protocolos de coordinación entre profesionales de la salud (pediatras, médicos de familia, enfermeras) y profesionales de la enseñanza que puedan ayudar a la detección precoz y a diseñar un plan de apoyo individualizado. En palabras de Sans, “las administraciones y autoridades educativas y de salud tendrían que considerar prioritario el correcto abordaje de los trastornos del aprendizaje si queremos que el nivel educativo del país mejore. Va siendo hora de ponerse las pilas, como sociedad nos jugamos mucho”.

En la misma línea, Borrell ha destacado que “el retorno económico de estas políticas está hoy en día fuera de duda. Y más allá de esta consideración pragmática, la sociedad en su conjunto lo empieza a percibir como una cuestión de justicia”. Los participantes han coincidido en que es necesario proseguir el debate pluridisciplinar sobre este tema, basado en metodologías y evidencias científicas, y crear ámbitos de reflexión conjunta entre profesionales de la educación y de la salud infanto-juvenil.

 

© 2004 - Sanitaria 2000, S.L.
Todos los derechos reservados.

Para solicitar el envío de Comunidad TDAH o para contactar con nosotros,
haga click en el siguiente enlace: contacto@comunidad-tdah.com